jueves, diciembre 25

Sociedad pútrida

Creo que los que me conocen o medianamente han llegado a conocerme saben que no soy de las personas que se quede callada y pues esta vez no será la excepción, la diferencia radicará en que en vez de hablar escribiré, por que ya me cansé de ver que las palabras van al aire y siguen viajando sin sentido en un mundo ficticio, en el que nadie respeta nada, ni a nadie y que esta lleno de millones de hipocresías y que de una u otra forma tomamos opción de vivir en ese mundo, para pertenecer a un grupo y no sentirse solos, yo sólo me preguntó ¿Pero a que precio?
Todos por decisión o por costumbre hemos decidido pertenecer a esta sociedad llena de normas, reglas y demás, que nos dictan los parámetros de conducta o nos muestra que se debe hacer, pero al mismo tiempo vivimos en un mundo paralelo, en donde las reglas no dichas parecen volverse más fuertes, que el honor a la verdad y a las cosas bien hechas.

Nos hemos acostumbrado a hacer las cosas por castigo o por premio y no por que estén bien hechas, regimos nuestras costumbres por un poco de cariño, nos vendemos a las ideas de los demás por seguir un código, que alguien manipulador nos impone, para así ser aceptados. Y me sigo preguntando ¿Y que pasa con uno? ¿Qué pasa con los ideales propios? ¿La convicción de que el mundo puede ser algo más que simplemente hacer lo que otros quieren? ¿A dónde van nuestras ideas y sueños? ¿Deben ser vendidos olvidados y alienados a las ideas de otros para no estar solos? ¿Cuál es el precio de nuestra conciencia? ¿Cuánto valemos antes los ojos de los demás?

Pensamos distinto, amamos distinto, queremos diferentes cosas, vemos el mundo con diferentes puntos de vista y colores, con luz y oscuridad, diferimos en como vestimos, en lo que comemos, en como lo comemos, pero parece ser que la sociedad en vez de ser ese punto en que podemos compartir, se ha vuelto más ese punto en el que llegamos damos nuestras ideas y simplemente nos vendemos. Lo que somos cambia, lo que pensamos se olvida, lo que queremos se muere y el corazón, el alma y la mente, se llena de lo que nos venden por los medios masivos de comunicación, la presión social de los amigos, las necesidades insatisfechas mediadas por la tecnología y por el medio de consumo, que nos ha puesto ideas en la cabeza y que no nos ponemos a pensar si es verdad o no, sino que lo tomamos como cierto.
¿Será que no tenemos carácter? ¿Será que se nos olvido crecer, ver el mundo y transformarlo a lo que es mejor para nosotros y para los demás? ¿Será que nos toca elegir entre estar solos o vendernos a lo que un grupo diga? ¿Será que no podremos encontrar en este mundo a quien nos acepte, quiera, comprenda, tolere como somos? ¿Será que lo único que importa es volvernos entes, que siguen a los demás para ser felices? ¿Será que la hipocresía es parte de nuestras vidas y no nos hemos dado cuenta por el famoso dicho “es que no me gusta pelear”?

Señores y señoras, no es pelear, es defender lo que uno es, lo que uno piensa y siente. Es no dejarse pisotear, es decir lo que uno considera, por que las ideas no son perfectas, pero cuando uno comparte, las ideas fluyen se transforman y mejoran, pero si no las compartimos ¿Qué estamos haciendo? ¿Qué es lo que le damos al otro? ¿Qué es lo que nos damos a nosotros mismos?
Muchas veces me han dicho que uno debe pensar en uno y dejar al resto dejar hacer lo que se le de la gana. Odio cuando me dicen eso, lo siento pero no puedo, para mi cada persona es muy importante y sus ideas también, por más que odie o ame a una persona, por más que piense que “soy superior a esa persona en alguna forma”, creo que me hace más grande y mejor, pensar en comunidad (común-unidad) que pensar en mi misma.
Si pienso sólo en mí y pertenezco a un grupo, ¿Cuál es la diferencia entre dar lo que soy para el bien de todos y simplemente utilizarlos para mi beneficio? Me harta esta sociedad que me dice, piensa en ti, pero cuando esta en grupo hace lo que el líder diga, y que pena lo duro pero por más que sea el o la líder, ¿Quién murió y lo nombro rey o reina de todo? ¿Quién le dijo que era perfecto o perfecta, para hacer cuanto desee?
Lo siento pero no soy de esos vicentezcos (vicentezco= Persona que hace sin pensar lo que los demás les digan: “para donde va Vicente, para donde va la gente”) que esperan a que el mundo les diga que hacer, no lo soporto, me ciño a las reglas, pero debe haber un espacio en el que debe habrá un alto y debo pensar en por que hago las cosas y para que, si tiene algún sentido o propósito. Además un líder debe buscar lo mejor para quienes lo siguen y no simplemente llevarlos a hacer cosas, es cierto que sin orden no se hace nada, pero ¿hasta que punto? ¿Y a costa de que?, ¿de nosotros mismos?

Como es posible que ser amigos se haya convertido en seguir a un o una líder para no estar solos, ¿Qué pasa con la autoestima? Cada uno de nosotros vale y vale mucho por cuanto decimos y hacemos, tenemos un espíritu, un ímpetu, un alma, una esencia, un aura, que nos mueve, que nos empuja a hacer las cosas. ¿Qué estamos esperando para ser nosotros en vez de lo que otros quieren?

Duele estar sólo, duele pensar diferente, duele querer ayudar a los demás y que nadie lo entienda y te vean como la persona que quiere hacer daño. Si uno a veces es duro, es por que uno no quiere ser hipócrita, por que quiere decir la verdad, pueda que la forma no sea la correcta (y eso hay que modificarlo, eso no lo niego), pero prefieren irse con esos hipócritas que te lamen las suelan y te alaban los cortes, la ropa y demás actitudes, cuando saben o creen saber que no están bien las cosas o cuando opinan diferente, pero que sencillamente prefieren callar. Cuanta gente nos miente y preferimos tenerlos a nuestro lado y por otro parte, la gente que si nos dice las cosas como son, a esos si no, a esos si lejos, a esos si los repudiamos, nos burlamos de ellos y maltratamos.

Creo firmemente que la vida no es crecer solos, es crecer en conjunto, es darle a los otros, puntos de vista para que pueda opinar o pensar sobre lo que cree, es recibir también lo que otros digan analizarlo y tomar decisiones propias. Es cierto que da miedo, da miedo no saber lo que pasará, da miedo ver que la gente no esta de acuerdo y se burla, pero a mi sinceramente me da mas miedo, dejar de ser yo, me da más miedo convertirme en algo que no soy y que no quiero ser. Me da miedo venderme por compañía y amor, prefiero ser quien soy y esperar a que el mundo despierte y desee aceptarme como soy o ayudarme en lo que me equivoco.
Que triste es luchar contra la corriente, pero que bien se siente decir lo que se piensa……. Ahí se los dejo a su consideración, pero primero piénsenlo.