jueves, diciembre 25

Después de ese 15 de agosto...

Autora: Nelcy Orjuela Herrera. Psicóloga Universidad Nacional de Colombia.
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Son las 5:00 de la mañana del lunes, timbra el reloj, empieza una nueva semana. Aunque Samanta sabe que corre el riesgo de llegar tarde al colegio, separa del cuerpo su mano derecha y la extiende tratando de buscar el reloj para apagarlo, pero al cerrar los ojos recuerda que hoy es un día trascendental,(:) es el cumpleaños de su mejor amiga Aurora, así que y (quiere) ser la primera en felicitarla.

Samanta es muy inteligente, con apenas 15 años ya ha obtenido varios premios en el colegio por sus a sus habilidades académicas, una de sus mayores aficiones es la lectura, también escribe y dibuja muy bien, tiene un talento innato y por eso es admirada por sus compañeros de clase, pero a pesar de estas capacidades hay algo en lo que a Samanta no le ha ido bien; el amor.

Pero esto tal vez es debido al ambiente en el que se encuentra, pues a los chicos del colegio les gustan las niñas de cara bonita, flacas y superficiales. Samanta Es demasiado entregada a sus estudios, lo que le da un aspecto de mujer aburrida y es consciente de todo esto.

Dehecho lo ha hablado muchas veces con Aurora, quien laa aconsejado mejorar algunas cosas de su aspecto físico, con el fin de agradar a los hombres. Ella no ha puesto en práctica estos consejos, dice que por ahora prefiere concentrarse en sus estudios y prepararse para entrar a la universidad, pues esta segura que allí encontrará al hombre de su vida.

Ese lunes Samanta fue la primera en entrar al salón, ansiosa por dejar en el puesto de Aurora la tarjeta que le llevaba, pero se llevó una sorpresa al descubrir que era en su propio pupitre donde había chocolates, pensó que alguien se había equivocado y había dejado en su puesto un regalo para Aurora pero se dio cuenta que esos chocolates tenían una tarjeta paraella.

Este fue un suceso extraño y agradable, apenas se encontró con su amiga le contó y en el descanso compartieron los chocolates mientras pensaban quién podría ser el primer admirador de Samanta.

De ahí en adelante todos los días aparecía un detalle en su pupitre y cada vez estos eran más bonitos y al parecer costosos. Iban acompañados de poemas o cartas en las que su admirador le expresaba un profundo amor,. Samanta se encontraba desconcertada y confundida, aunque había tratado de indagar y casi había investigado todo el colegio, no encontraba pistas que le llevaran a su supuesto enamorado.

Ya había pasado un mes, después de ese 15 de agosto en el que descubrió la caja de chocolates y se rumoraba por los pasillos del colegio que Samanta Gonzáles era la mujer mas afortunada, pues tenía un admirador que le daba detalles costosos y que la quería de verdad.

Esta situación ya estaba empezando a incomodar a Samanta y decidió, después de consultarlo con Aurora, dejar en el pupitre una nota para el enigmático enamorado: “Enamorado secreto: quiero tener una cita contigo, conocerte porque me encantaría ser tu novia”. Al día siguiente en su pupitre apareció una nota que decía: “El viernes a las 10:00 a.m., en el descansodetrás del árbol que está frente a la cafetería”.

A Samanta lo que más le preocupaba era como se iba a presentar ese día ante su enamorado, por un momento se sintió decepcionada de si misma, pues esto no había sido motivo de preocupación para ella ni le causaba tanta ansiedad; sentía que algo extraño estaba pasando, algo realmente nuevo estaba llegando a su vida y no sabía cómo asimilarlo. Se apoyo en Aurora para arreglarse ese día, ya que obligatoriamente debía llevar puesto su uniforme y esto no le daba muchas posibilidades de cambiar su aspecto, tendría que ayudarse con accesorios y maquillaje.

. Samanta pensó que todo era un montaje de sus compañeros de curso para burlarse de ella y que muy seguramente al otro día estarían todos allí para reírse en su cara, pero Aurora insistía en que no podía ser así, porque ellas lo hubieran descubierto, además nadie invertiría tanto dinero y tiempo para burlarse de alguien, y por cierto el contenido de esas cartas de amor parecía muy sincero.

En un momento en que las dos quedaron en silencio, Aurora preguntó ¿No se te ha ocurrido la idea de que el sujeto no sea un enamorado sino una enamorada? Ante lo cual Samanta reaccionó con rabia, la gritó y la insultó, la acuso de burlarse de ella, aún siendo su amiga, le dijo que odiaba a esa gente enferma y que lo último que haría en su vida sería relacionarse aunque fuera de amistad con una persona homosexual.

Aurora se sintió tan ofendida y tan sorprendida con la reacción de su amiga, le dijo que no esperaba que una persona tan culta y tan inteligente tuviese esas ideas tan absurdas y fuera tan intolerante, que le faltaba avanzar hacia un pensamiento más libre y la forma como había hablado le hacía parecerse a las otras chicas de su curso. Después de decir esto se marchó sin despedirse.

Al día siguiente Samanta acudió al colegio igual que siempre, no había seguido los consejos de su amiga, pues preocuparse por su imagen la hacia sentir vacía, además su admirador la habría visto ya muchas veces y se había enamorado de ella tal y como era, entonces transformarse para esta cita era ridículo. Esa mañana no se saludó ni se habló con su amiga. Samanta estaba decidida a ir a la cita pues había llegado el día de conocer a su amor secreto.

A las 10:00 a.m., Samanta estuvo allí, con un poco de nervios pero a la vez feliz. Habían transcurrido 10 minutos desde la hora acordada y el personaje no llegaba, ella empezaba a ponerse de mal genio y pensaba que a lo mejor era una burla.

De repente vio aparecer a Aurora con un ramo de rosas en la mano. Samanta sintió que se iba a desmayar, le temblaban las piernas, su corazón latía más rápido, sudaba y sus manos estaban muy frías, sentía ganas de morirse o de que la tierra se la tragara, pensó tantas y tantas cosas en ese pequeño instante y trajo a su mente el recuerdo de la discusión del día anterior. No lo podía creer, estaba anonadada y no sabía que iba a decir.

Aurora se paró al frente suyo, le dijo que su enamorado la había buscado a ella para mandarle a pedir disculpas por no asistir a la cita, y había enviado ese detalle, las flores tenían una nota que decía “Has demostrado que aún no estás preparada, tendrás que esperar hasta el próximo 15 de agosto para conocerme”.